La psicomotricidad infantil

Hoy en día, la psicomotricidad ocupa un lugar destacado en la educación infantil, sobre todo en los primeros años de la infancia, ya que existe una gran interdependencia entre el desarrollo motor, el afectivo y el intelectual.

La psicomotricidad es la acción del sistema nervioso central, que crea una conciencia en el ser humano sobre los movimientos que realiza, a través de los patrones motores como la velocidad, el espacio y el tiempo.

El término psicomotricidad se divide en dos partes: el motriz y el psiquismo, que constituyen el proceso de desarrollo integral de la persona. La palabra motriz se refiere al movimiento, mientras que psico determina la actividad psíquica en dos fases: la socio-afectivo y la cognitiva. En otras palabras, en las acciones de los niños se articula toda su afectividad y sus deseos, pero también todas sus posibilidades de comunicación y conceptuación.

La teoría de Piaget afirma que la inteligencia se construye a partir de la actividad motriz de los niños. En los primeros años de vida, hasta los siete años aproximadamente, la educación del niño es psicomotriz. Todo, el conocimiento y el aprendizaje, se centra en la acción del niño sobre el medio, los demás y las experiencias, a través de su acción y movimiento.

En el primer ciclo de Educación Infantil se pretende conseguir entre otros los siguientes objetivos relacionados con la educación psicomotriz:
· Descubrir, conocer y controlar, progresivamente su propio cuerpo, sus elementos básicos y características, actuando cada vez más de forma autónoma, y valorando sus posibilidades y limitaciones para ir adquiriendo una imagen lo más ajustada posible de si mismo.
· Participar en las propuestas de juego, de rutinas, y otras actividades entre
iguales presentadas por las personas adultas, disfrutando y aprendiendo a regular sus intereses, conocimientos, sentimientos y emociones.
El cuerpo, durante esta etapa educativa, constituirá un instrumento privilegiado para el aprendizaje. El niño descubre su cuerpo a través de la observación y la exploración activa, usando todos sus sentidos, manteniendo el contacto físico con otros niños y adultos…

La psicomotricidad, como estimulación a los movimientos del niño, tiene como objetivo final:

– Motivar la capacidad sensitiva a través de las sensaciones y relaciones entre el cuerpo y el exterior (el otro y las cosas).
– Cultivar la capacidad perceptiva a través del conocimiento de los movimientos y de la respuesta corporal.
– Organizar la capacidad de los movimientos representados o expresados a través de signos, símbolos, planos, y de la utilización de objetos reales e imaginarios.
– Hacer que los niños puedan descubrir y expresar sus capacidades, a través de la acción creativa y la expresión de la emoción.
– Ampliar y valorar la identidad propia y la autoestima dentro de la pluralidad grupal.
– Crear seguridad al expresarse a través de diversas formas como un ser valioso, único e irrepetible.
– Crear una conciencia y un respeto a la presencia y al espacio de los demás.